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Día 01 . Lunes 10

Pasada la emoción de la boda, y una vez despedida la gente y reordenada la casa, sobre todo los sitios de la Tara (nuestra gata), tuvimos unas horitas para preparar las maletas. Incluso nos costó decidir cuáles llevar para no tener problemas con Ryanair. A última hora decidimos facturar una y así también podremos llevar una mochila. Total, que el lunes madrugón para estar en el aeropuerto a las 6 de la mañana. Facturamos la maleta y comprobamos en los medidores de Ryanair que la podríamos haber llevado en cabina, ya que tienen un poco más de margen del que dicen.

Embarcamos y poco más de 3 horas más tarde estamos en Moss-Rygge. Un bus gratuito nos lleva a la estación de Rygge y un tren al centro de Oslo. Los paisajes del camino nos recuerdan mucho el viaje del verano pasado.

 

 

Vamos a la oficina de transportes (al lado de la estación) y nos compramos el OsloPass, que además de incluir transportes gratis nos permitirá entrar en todos los museos de la ciudad. Vamos en metro a los apartamentos que tenemos reservados, y resulta que consisten en un comedor-cocina, baño común y dos habitaciones. Pues la primera que nos dan tiene una litera! SI HOMBRE!! En el verano todavía, pero en la luna de miel ni de coña. Además, en la reserva por internet lo habíamos especificado. Vamos a protestar y nos dan otro apartamento donde las dos habitaciones tienen dos camas individuales, pero que al menos se pueden juntar. El problema es que las habitaciones son tan pequeñas que no tienen armario ni nada, sólo hay uno en el comedor, o sea compartido. Y encima las habitaciones no tienen llave. La puerta del apartamento va con tarjeta y el baño tiene llave, pero las habitaciones pese a tener cerradura no la tienen. Vamos otra vez a recepción y el "tipo" nos da una llave que es igual que la del baño. Para flipar!! Por internet ya vimos que decía "shared bathroom", pero esto es privacidad nula! En fin, que sólo son dos noches.

 

Dejamos los trastos y cogemos el metro para ir a la oficina de turismo a buscar información. Comenzamos visitando el Ayuntamiento (Rådhuset), inaugurado en 1950 y con una colección de retablos de madera en el pórtico de acceso con escenas de la mitología escandinava. Sólo se puede acceder al interior con visitas guiadas concertadas.

 

 

Después llegamos al puerto, donde comemos un pølser para recordar viejos tiempos y disfrutamos de las recientes novedades.

 

Al finalizar cogemos el tranvía y vamos al famoso parque de las esculturas Vigeland (Vigelandsparken), donde se exponen más de 200 esculturas de Gustav Vigeland realizadas en bronce, granito y hierro forjado. El parque en sí ya es precioso, pero la impresionante colección de esculturas es increíble: toda una serie de hombres, mujeres y niños en diferentes posturas a lado y lado de un puente, después un monolito gigantesco de unos 40m de altura hecho de gente y rodeado de unas escalinatas con más esculturas representando diversas escenas de relaciones entre la gente. La verdad es que te podrías pasar horas mirando una a una todas las esculturas. Después de un largo paseo y de ver el parque de juegos de niños más grande que hemos visto nunca, volvemos al tranvía que nos deja otra vez en el centro de la ciudad.

 

 

 

 

 

Vamos hasta el museo Astrup Fearnley de arte moderno, que no visitamos porque ya está cerrado. El edificio, del arquitecto Renzo Piano, es espectacular, con pilares imitando mástiles de velero con crucetas y todo, y una gran cubierta curvada vidriada que simula un casco del revés.

 

 

Paseamos por la zona de Tjuvholmen, que es muy nueva y los edificios residenciales son todos muy singulares. Estamos un rato en unas pasarelas de madera sobre el agua, pillamos un wifi abierto y nos ponemos a enviar wasaps a la familia y amigos para decir que estamos bien. Allí descubrimos que el bicing de Oslo tiene las mismas bicis que Barcelona... y supongo que medio mundo!

 

 

De camino al apartamento paramos en el súper de al lado a comprar cenas y desayunos para los dos días: el clásico pan de molde con pipas, paté, un brik de leche con cacao, una ensalada de patata, una ensalada César, un trozo de salmón y un brik de yogurt de vainilla. Dejamos las cosas en la nevera y bajamos al bar a tomar unas birras (18€!). Cuando vamos a hacer la cena vemos que no hay ninguna sartén, así que hemos de hacer el salmón en una cazuela, y queda bastante bueno, acompañado de la ensalada de patata y el yogurt. Yo todavía he de volver al súper para comprar servilletas de papel, un estropajo y lavaplatos. Nuestros "compañeros" de apartamento han llegado y se han encerrado en su habitación. Casi a media noche nos metemos en la cama, y hay una luz que parece media tarde!!

 

Día 02 . Martes 11

Ponemos el despertador para levantarnos a las 9 de la mañana y los "compañeros" ya no están. Desayunamos y empezamos el día en el Munch Museet. No es que seamos muy fans de Edvard Munch, pero lo tenemos al lado y al menos podemos decir que hemos visto el famoso "Grito". En media horita nos hemos ventilado el museo, que tiene unas medidas de seguridad increíbles.

 

Volvemos al metro y vamos al puerto a coger el ferry hacia Bygdøy, la península donde están los museos que queremos visitar hoy.

 



Comenzamos por el Fram, que explica las primeras expediciones al Polo Norte y al Polo Sur, y expone un barco real de aquellas expediciones. Inmenso.

 

   

Comemos un bocadillo y visitamos el Museo Marítimo (Norsk Maritimt Museet), que explica cómo ha evolucionado la navegación en Noruega en 2000 años.

 

Después el curioso Kon-Tiki Museum, donde se exponen dos embarcaciones de juncos con las que un noruego quiso demostrar que hace siglos ya se podían hacer travesías oceánicas. De esta aventura se hizo una película-documental que estuvo nominada a los Oscar a la mejor película de habla no inglesa en el 2012 (nota posterior: la estaban anunciando en el cine Verdi de Barcelona durante las Fiestas de Gràcia de este año). También hay una exposición sobre la isla de Pascua.

 

 

   

Cogemos un bus para llegar al museo de los barcos vikingos (Vikingskipshuset), donde se exponen los barcos Gokstad, Oseberg y Tuna, los tres barcos vikingos mejor conservados. Se encontraron en unas tumbas o enterramientos a lo largo del fiordo de Oslo, junto con carros, trineos y multitud de objetos, enterrados hace más de 1.100 años para llevar a sus amos al reino de los muertos.

 

 

 

Y de allí al Museo del Pueblo Noruego (Norsk Folkemuseum), donde destaca la iglesia de madera de Gol del 1200, pero que también incluye unas 160 construcciones de todo tipo, que reflejan el tipo de vida en las diversas regiones del país y en diferentes épocas. En algunas incluso hay gente caracterizada representando la vida de la época. Es enorme y en cada casa te puedes estar un rato, pero sólo tenemos dos horas y nos acaban echando fuera.

 

 

 

 

 

Volvemos en bus al centro e intentamos visitar el Palacio Real (Det Kongelige Slot), pero a esa hora ya no hay nada abierto y sólo podemos ver los jardines y a los soldados haciendo guardia.

 

Volvemos al puerto donde están haciendo unas carreras de esquí sobre ruedas. Hacemos unas cervecitas en un lounge-bar, donde las carpas son otra vez partes de veleros: enrolladores de génova con winche y todo, y donde nos cobran 180 nok (25€) por dos birras de botella (una San Miguel vale unos 11€).

 

 

Camino del apartamento paramos en el súper y compramos una lata de espaguetis con carne, galletas y embutido. Nos hacemos la cena con los "compañeros" encerrados en su habitación y hacia las 11 nos vamos a dormir. Todavía parece de día...

Día 03 . Miércoles 12

Ponemos el despertador a las 8:00 y cuando nos vamos a levantar oímos como los "compañeros" se levantan para ducharse. Esperamos un rato y acaban marchándose rápido. Nos levantamos, nos duchamos y desayunamos. El día ha amanecido gris y tapado y debemos salir más abrigados que ayer. Lo recogemos todo y dejamos las maletas en recepción para ir otra vez al Palacio Real, y resulta que tampoco está abierto, que sólo se visita los sábados con visitas guiadas. Nos hemos de conformar con darle la vuelta otra vez. Además el parque de delante está en obras y no se puede pasar.

 

Después visitamos el Teatro Nacional (Nationaltheater) y el edificio del Parlamento (Stortinget), sede del parlamento noruego, también sólo por fuera, y paseamos por las calles, donde encontramos un mercado de flores. Evidentemente, Eva se lo pasa de coña!

 

 

Llegamos a la Catedral (Oslo Domkirke), iglesia principal de Oslo y del país, que sí que podemos visitar por dentro.

 

 

Y por fin vamos al edificio de la ópera (Den Norske Opera & Ballet), institución musical y de arte escénico de Noruega con unos impresionantes planos inclinados haciendo de cubierta transitable y unas paredes interiores de lamas de madera curvadas. Allí cogemos un rato un wifi abierto y enviamos unas fotos y wasaps a todos. Por cierto, de allí al lado sale el ferry que hemos de coger en un rato para ir a Copenhague.

 

 

 

Volvemos a buscar las maletas y vamos directos al ferry. Hacemos el check-in, embarcamos y vamos al camarote, que pese a ser interior y tener las camas separadas, está muy bien y tiene baño propio. Dejamos los trastos y nos ponemos a dar vueltas por todos lados. Hacemos muchas fotos mientras iniciamos la travesía, ya que la zona del fiordo de Oslo es preciosa y pasamos muy cerca de muchos islotes, algunos habitados y otros desiertos. Las casitas de colores nos recuerdan mucho a las Lofoten del año pasado. Hacemos una cervecita en una de las terrazas al aire libre bien tapaditos con una manta ya que hace bastante fresco. Bajamos un rato a la habitación y hacia las 8 vamos a cenar a uno de los bares. El tiempo ha empeorado mucho hace viento y llovizna un poco. Está tan tapado que no se ve costa a ningún lado. Tan bonito que era todo cuando hemos salido! Nos estamos un rato más en la terraza exterior, otra vez tapados con las mantas, nos conectamos un rato al wifi del barco y hacia las 11 nos vamos a dormir.

 

 



 

 

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