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| Día 08 . Lunes 17 |
Hoy el día amanece azul y claro. Si aguanta, el viaje en tren será precioso.
Volvemos a desayunar en el buffet del hotel y nos llevamos un poco de embutido para el tren, el pan de molde ya lo tenemos. Vamos en metro
y S-train a la estación central y al poco rato llega nuestro tren. Nos instalamos en los asientos que tenemos reservados y cuando le
enseñamos los billetes al revisor nos recuerda que con el billete tenemos incluida la comida en el vagón bistro. Ostras, ya no nos acordábamos,
sí que incluimos la comida al comprar los billetes, pero ya hace tanto que se nos había olvidado. Bueno, entonces el pan y el embutido para
cenar. Al poco de salir cruzamos (por fin) el túnel-puente de Øresund, que nos perdimos en el verano, y casi ni nos enteramos. No sé si por
carretera lo percibes mejor, pero desde el tren decepciona un poco. Bueno, el viaje es muy muy agradable, el tiempo se mantiene soleado y
disfrutamos muchísimo de los paisajes, que nos recuerdan al viaje en moto del verano pasado. Sobre las 2 vamos al bistro a comer y nos dan
unas bandejas preparadas de estofado de cerdo a la BBQ con patatas, una bebida y té o café. Bastante bien, la verdad.
A la hora prevista (evidentemente) llegamos a Estocolmo y vamos a la oficina de turismo de la estación, donde compramos las Stockholm Card
para 5 días y cogemos unos cuantos folletos de información. Vamos en metro al apartamento, donde nos espera el chico de la agencia. El
apartamento es pequeño pero muy bonito y bien equipado.
Una vez instalados vamos a un súper cercano a comprar desayunos y cenas, y cenamos unos champiñones y unas albóndigas con tomate. Como era de
esperar, a las 12 de la noche cuando nos vamos a dormir todavía está bastante claro, y sobre las 3 de la mañana ya es casi de día. De hecho
estamos bastante más abajo de Cabo Norte, pero estamos en las fechas en las que los días son más largos, y con la mierda de cortinitas del
apartamento entra tanta luz que cuesta dormir. En este viaje no hemos pensado en los antifaces ni en las bolsas de plástico para las ventanas...
| Día 09 . Martes 18 |
El día se vuelve a levantar destapado. Parece que será un buen día. Desayunamos y vamos en metro directos al ayuntamiento
(Stockholms Stadshus).
Nos juntamos por los pelos a una visita guiada en castellano, y la verdad es que el edificio es increíble, unas salas enormes y muy bien
decoradas: el gran vestíbulo cubierto donde se celebra el banquete anual de los Premios Nobel, la sala de plenos donde se hacen las reuniones
de los regidores de Estocolmo (por cierto todos voluntarios), y la Sala Dorada, con las paredes decoradas con mosaico de oro, donde Roxette
filmó una parte de su vídeo "Fading like a Flower".
Al salir queremos subir a la torre, pero solo se puede subir en grupos y en horas concertadas, y no hay ninguna hasta al cabo de una hora y
media. Aprovechamos para hacer un tour en barco alrededor de la isla de Kungsholmen.
Como al volver aún nos tenemos que esperar un rato, aprovechamos para visitar los jardines exteriores.
Al final podemos subir a la torre, de 106 metros de altura y con una escalera de 365 escalones. A medio camino del mirador está el museo con
los modelos de las estatuas que hay en el ayuntamiento, entre las que destaca la enorme de San Erik (Eva ni se ve en la foto). El día se tapa y
destapa a una velocidad increíble, pero podemos disfrutar de unas vistas magníficas de la ciudad.
Intentamos visitar el House of Nobility (Riddarhuset), construido a mediados del 1600 como sitio de reuniones de la nobleza sueca.
Hoy es un centro privado que exhibe más de 2.300 escudos nobiliarios. Por desgracia está cerrado y no lo podemos ver (sólo abre 1 hora al día).
Después vamos al Royal Palace (Kungliga Slottet), que incluye los Apartamentos Reales, residencia oficial del rey, la Capilla Real,
donde se celebran las ceremonias religiosas, la Armería, una colección de armaduras y armas desde el siglo 16, el Tesoro, con los símbolos
más importantes de la monarquía sueca, el Museo de las Tres Coronas y el Hall of State. Menudo hartón de caminar y ver habitaciones! El
problema es que no dejaban hacer fotos y solo pudimos hacer alguna de estranquis.
Al salir son casi las 5 y como todo ha cerrado aprovechamos para comer. Después vamos en metro al Cementerio del Bosque (Skogskyrkogården)
de Asplund, declarado patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1994. Además de los impresionantes jardines visitamos el edificio del
crematorio y diversas capillas, incluida la famosa Capilla del Bosque (Skogskapellet), pero por desgracia solo por fuera, ya que sólo se
puede visitar los domingos y con visita guiada. Aún así hace mucha ilusión ver un edificio tan emblemático de la arquitectura clásica. Paseamos
un rato por el parque, vemos la tumba de Greta Garbo, pero no la del propio Asplund, ya que están filmando algo y no nos podemos acercar. También
queremos comprar algún recuerdo en el centro de visitantes, pero ha cerrado a las 4.
De vuelta queremos visitar el Skyview, un mirador a 130m de altura situado en un centro comercial. Según la guía, justo hoy tenía que ser
el primer día del verano que abren hasta las 9 de la noche, pero cuando llegamos a las 8 no hay nadie y está todo cerrado. Que putada! En fin,
volvemos al apartamento, cenamos, enviamos unos wasaps y a dormir.
| Día 10 . Miércoles 19 |
Otra vez el día se levanta espléndido y radiante, y después de desayunar cogemos el metro para ir a la isla de Djugården. Teníamos que enlazar
con un bus, pero justamente hoy están de huelga y tenemos que caminar un poco.
Llegamos al Museo de la Cultura Nórdica (Nordiska Museet), con una gran exposición de la cultura y tradiciones suecas desde el 1500 hasta
ahora, separado por temas: moda, textil, mobiliario, joyería, arte, tradiciones y vida. Muy curiosa la decoración de las taquillas del
guardarropa, y muy impresionante que el menú de selección de idiomas de la fotocopiadora de la tienda tenga el catalán como opción.
Después vamos al Museo del Vasa (Vasa Museet), donde está expuesto el barco de guerra Vasa. Se hundió a 1,5km del puerto de Estocolmo al
hacerse a la mar por primera vez en 1628, y se rescató después de 333 años en el fondo del mar. El barco reconstruido está adornado con unas 700
esculturas talladas, de las que el 98% son originales. Es impresionante! El barco que vimos en Oslo parece una barquita al lado de éste! Además
del propio barco, hay una exposición de cómo se hundió y cómo se rescató, cómo se restauró y cómo se conserva, además de una maqueta a escala
1:10 con toda la arboladura.
Al salir comemos un pølser sentados en la hierba y vamos al ABBA The Museum. Qué bien nos lo hemos pasado! Está toda la historia del
grupo, desde el nacimiento de los miembros hasta ahora, con fotos, vídeos, exposiciones de los vestidos, discos y premios. Hay zonas interactivas
donde puedes cantar y bailar con ellos, y una reproducción del pequeño estudio donde componían en una pequeña isla del archipiélago.
Imprescindible... si te gusta ABBA, claro.
También está el Swedish Music Hall of Fame, con una colección de la mejor música sueca desde los años 20 a hoy. Evidentemente no pueden
faltar Roxette, Gyllene Tider, Per y Marie. Compramos varias cosas en la tienda: una camiseta, una gorra, el DVD “ABBA The Movie” y el último
disco de Gyllene Tyder que acaba de salir.
Después hemos querido ir al Tivoli, un pequeño parque de atracciones cómo el que había en el centro de Copenhague, pero hoy había un
concierto y se tenía que pagar entrada, así que hemos decidido volver al apartamento. De camino encontramos el BarCelona Tapas Bar, que
a parte de una bandera catalana en una ventana no tiene mucho de Barcelona, ni en la comida ni en el ambiente.
| Día 11 . Jueves 20 |
Para variar, hoy el día se levanta gris y tapado, pero sabiendo lo rápido que cambia el tiempo decidimos no hacer mucho caso. Desayunamos y
vamos disparados a la estación para coger el tren de las 8:55 a Mariefred para visitar el Castillo de Gripsholm (Gripsholm Slott).
El trayecto en tren dura poco más de media hora, y de la estación hay que coger un bus al pueblo que deja al lado del castillo.
El edificio es un palacio renacentista que se empezó a construir hace más de 450 años. Desde entonces se ha ido remodelando constantemente,
por eso se pueden ver estancias decoradas para la realeza de diferentes siglos. Destacan el dormitorio del duque Karl, las estancias de la
princesa Sofia Albertina, y el teatro de Gustav III. No obstante, lo más destacado de Gripsholm es la Galería Nacional de Retratos de suecos
famosos desde el siglo 16 hasta hoy. Unos 800 cuadros adornan todas las paredes, y la colección crece cada año, por eso se pueden encontrar
retratos desde Gustav Vasa hasta Greta Garbo o Benny Andersson de ABBA. Nos tomamos la visita con mucha calma, pero al final tanto cuadro se
hace un poco pesado. Por desgracia aquí tampoco dejan hacer fotos, así que solo podemos hacer unas pocas cuando nadie nos vigila.
Cuando salimos vamos al puerto a mirar el barco para volver a Estocolmo, ya que tenemos previsto hacer la vuelta por agua. Es poco más de la
1 del mediodía y justo está llegando el barco que viene de Estocolmo, que sale de vuelta a les 16:30, así que tenemos 3 horas de tiempo.
Paseamos por el pueblo, comemos, miramos tiendas y la estación de tren antigua que ya no funciona. El pueblo es precioso, muy tranquilo y lleno
de casitas de las que Eva solo hace que decir que quiere una. Me compro un cestito de fresas en el mercadillo y me las como mientras esperamos
que salga el barco.
El Mariefred es un vapor del año 1905 que hace cada día este recorrido, que dura 3 horas y media. Hemos contado que vamos unas 10 personas
y el barco es bastante grande, así que nos podemos ir moviendo sin problemas según el sol y las vistas. La zona de islitas es espectacular, y el
día azul y radiante hace que aún sea más impresionante. A medio trayecto se ponen a decorar la cubierta con ramas de árbol para la fiesta de
Midsommer (su San Juan) de mañana. Nos ha encantado el viaje y seguramente será uno de los días que más recordaremos.
Al llegar al lado del ayuntamiento hacemos una visita a la iglesia de Storkyrban en Gamla Stan y volvemos al apartamento.
| Día 12 . Viernes 21 |
Comenzamos el día con otra mañana destapada, desayunamos y vamos a la oficina de información de al lado de la estación. Compramos ya los dos
billetes para el Arlanda Express de mañana con una oferta que tienen y pedimos información de dónde se celebra el Midsommer. Nos
recomiendan Skansen, un megaparque en la isla Djugården.
Vamos a la tienda de suvenires de al lado y en unos posavasos encontramos la plaza donde tocaba Per en el vídeo de Roxette grabado en el
Ayuntamiento. La dependienta nos dice que es la plaza Stortorget, al lado del Palacio Real visitamos el martes, y vamos a hacer una visita.
De allí vamos al metro de Gamla Stan y volvemos al Skyview, que a esta hora debería estar abierto, pero resulta que todo el centro
comercial está cerrado por las fiestas de Midsommer. Ya es mala suerte! También volvemos a ir a Skogkyrkogården para ver el centro de
visitantes y también está cerrado. Parece que hoy no es un buen día para ver nada. Al menos ésta vez podemos ver la tumba de Asplund. Bueno,
suponemos que lo es, ya que no pone nada...
En fin, volvemos en metro a la estación central y cogemos el tranvía hacia Djugården. Entramos en el Skansen y aquello es una
fiesta impresionante: multitud de gente, muchos grupos de amigos y familias con cestos de picnic, las chicas con coronas de flores en la cabeza.
Eva no quiere ser menos y se hace su corona.
El parque en sí es enorme: con una superficie de 300.000 m2, una parte es un zoo de fauna nórdica donde vemos una cría de reno, jabalíes,
lechuzas y búhos, osos, bisontes, un lince y focas. Muy bonito.
La otra parte es una colección de unas 150 casas típicas de diferentes épocas y sitios de Suecia, igual que el Museo del Pueblo Noruego que vimos
en Oslo. En algunas hay gente caracterizada de la época que te explica coses de la casa en la que están.
También hay toda una parte de restaurantes, jardines de flores, escenarios, etc. En fin, un parque para pasar todo el día, y más si se celebra la
fiesta del Midsommer. Vemos unas actuaciones de bailes tradicionales y ya cerca de las 10 volvemos al apartamento, pero el parque
todavía está lleno de gente, y es que no cierra hasta las 12 de la noche. Como siempre hay luz...
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Cogemos un funicular para salir del parque y en el tranvía de vuelta pasamos por delante del edificio del teatro.
| Día 13 . Sábado 22 |
Nos levantamos y desayunamos con toda la calma, porque como hemos de ir al aeropuerto no queremos ir corriendo arriba y abajo. Hacemos las
maletas, recogemos el apartamento y hacia la 1 vamos a la estación.
Cogemos el Arlanda Express, que va directo al aeropuerto, y entendemos por qué le llaman "express": se pone a 205 km/h pasando por zonas urbanas!
Hace el trayecto de 45 km en 20 minutos!
Con tanta anticipación hemos llegado demasiado pronto y todavía no han abierto los mostradores de facturación para hacer el check-in. Como
salimos de casa hace dos semanas no lo pudimos hacer on-line.
Damos una vueltecita por las tiendas, comemos, y cuando volvemos a los mostradores hay una cola del copón. Acabamos siendo los últimos y cuando
nos toca la chica nos dice que hay overbooking y que no tenemos sitio. Nos envían a otro mostrador donde nos dicen que vayamos a la puerta de
embarque por si acaso, que hay 10 personas que han hecho el check-in desde casa y que puede ser que no vengan. Cuando ha embarcado todo el mundo nos
dicen que sólo ha fallado una persona, así que si no nos queremos separar la plaza es para otro chico que va solo y también se ha quedado tirado.
Evidentemente, vemos cómo el avión marcha sin nosotros.
Nos dicen que lo único que puede hacer Vueling es darnos plaza en el mismo vuelo de mañana y pagarnos la noche de hotel en el aeropuerto. En el
mostrador de antes nos informan que también tenemos derecho a una indemnización haciendo una reclamación en la web, y nos dan el billete para
mañana con el check-in ya hecho para que no tengamos ningún problema. (Nota posterior: una vez en casa hemos hecho la reclamación y nos han
abonado 250€ por persona)
Vamos al hotel, un 4* superior que está de coña, y después de instalarnos y de dar otra vuelta por las tiendas vamos a cenar. Y qué cena:
una caldereta de marisco y salmón y un plato de salmón ahumado con patatas parisinas en salsa. Realmente delicioso. Nos pedimos una botella
de vino que hemos de pagar a parte, pero con una cena así vale la pena.
Volvemos a la habitación, hacemos un poco de zapping en la tele y acabamos cogiendo un concierto de Roxette. Qué caña de país! Ponen cosas de
Roxette a todas horas! Cuando acaba el concierto comenzamos a ver Pitch Black, pero sólo duramos media horita y nos ponemos a dormir.
| Día 14 . Domingo 23 |
Nos despertamos tarde y sin prisas, y vamos a desayunar al restaurant del hotel. El desayuno es tanto o más impresionante que la cena: un buffet
libre con gran cantidad de quesos, embutidos, pastas, fruta, yogurts y salmón ahumado. Casi ha valido la pena perder el avión sólo por la cena
y el desayuno.
Cuando nos hemos hartado bastante, Eva sale a fumar fuera del aeropuerto y yo aprovecho el momento para ir a comprar un centro de mesa de vidrio
con un Santa Claus grabado que vimos ayer por la tarde y que a Eva le encantó. Será su regalo de cumpleaños del mes que viene. Voy corriendo a
la habitación a esconderlo en el equipaje y me reúno con ella. (Nota posterior: ya se lo he regalado y quedó muy sorprendida).
Pasamos la mañana mirando la tele en la habitación y volviendo a visitar todas las tiendas. Después de comer vamos directos a la puerta de
embarque. Ésta vez sin ningún problema, a la hora prevista embarcamos y pasadas las 9 de la noche llegamos al Prat, acabando un viaje muy
diferente del realizado el verano pasado pero igualmente interesante.